Un amanecer sobre el Atlántico que baila. Silencio. Nada de stress ni zapatos. La cálida bienvenida de la furgoneta después de una sesión congelada. La piel salada y arena bajo los pies.
Un acorde fougere con toque cítrico, que gana cuerpo acompañado de maderas ricas que dulcifican su base.
Bergamota, lavanda, heliotropo, jazmín, sándalo, madera de cedro